Carlos Gutiérrez, psicólogo que integra el cuerpo técnico de Lucas Pusineri, habló con Olé sobre su rol y el trabajo que realiza con el plantel profesional de Independiente.
“Mi función es disponer ensayos de entrenamiento psicosensorial para potenciar las habilidades de los futbolistas. Pusineri es un técnico muy moderno y le da mucha importancia a la parte mental. El deportista es cuerpo y mente. En el fútbol de hoy hay que entrenar el cerebro, no sólo los músculos. Nuestros métodos ayudan a mejorar la toma de decisiones, la concentración y los tiempos de reacción“, explicó el profesional en el comienzo.
En esta misma linea, sumó: “Hay que entrenar el cerebro todos los días, como si fuese un músculo. En la pretemporada voy a realizar una serie de tests que me van a dar un parámetro de cada deportista y del grupo en general. Se trabaja desde lo individual y lo grupal. Una vez realizado ese diagnóstico trabajaremos para que los deportistas sean más inteligentes y eficientes a la hora de tomar decisiones y ejecutar movimientos”.
Acerca de los diferentes ejercicios que pueden realizarse, comentó: “Para los arqueros tenemos unos lentes que inhabilitan la visión por micromilésimas de segundo. De acuerdo a la programación que uno les vaya dando desde el celular podemos ampliar o disminuir el bloqueo del campo visual. El objetivo es incrementar la capacidad del portero para calcular velocidad, distancia y profundidad. Esos lentes ayudan a determinar cuál es el ojo dominante y el perezoso. A partir de esa información se puede trabajar para lograr un equilibrio”, y añadió: “También tenemos un sistema de luces LED que nos ayudan a disminuir los tiempos de reacción. Esas mejoras ayudan al cerebelo a reaccionar con mayor velocidad a los impulsos que se transmiten a través de los canales neuronales. Y esas micromilésimas de segundo que nos vamos a ahorrar en la ejecución marcarán la diferencia entre ganar el balón o no, meter el gol o no y ganar un duelo individual o perderlo”.
Además, habló de la posibilidad de lograr que un jugador utilice ambas piernas con la misma potencia y precisión: “Casi que se puede lograr. Depende de la predisposición del futbolista para realizar trabajos a diario. Es posible, mediante ejercicios de repetición como ejecución de remates. Es indispensable adaptar el cerebro y comenzar a mejorar no sólo la precisión, sino también la potencia. Ahí es donde entra el término plasticidad cerebral”.
Con respecto a la actitud de los futbolistas frente a estas propuestas, Gutiérrez expuso: “Normalmente ante lo nuevo puede surgir el rechazo o la aversión. Algunos son más receptivos que otros. A medida que le demuestras al futbolista que tu trabajo es científico, que no hay azar sino que todo es planificado, empiezan a creer. Ellos se dan cuenta de que quienes más se apegan al programa mejoran las habilidades cognitivas. La clave es explicarles para qué les va a servir cada ejercicio. Y de a poco empiezan a ver al psicólogo como un profesional y no como el topo que va a ir a contarle algo al entrenador. El hecho de que me haya traído el profe no quiere decir que le voy a contar infidencias. No, en absoluto. El sigilo profesional está por delante”.
En el cierre, el colombiano se refirió al momento adverso que atraviesa Independiente y la necesidad de incrementar el trabajo: “Tenemos que modificar el yo quiero por el yo puedo. Y si cambiamos esa ecuación mental vamos a ver mejoras significativas. Habrá que formar un grupo en el que a todos les duela lo que le pase al compañero, que haya sentido de pertenencia. Vamos a hacer un trabajo muy interesante. Estoy agradecido a la vida por haber llegado al club más grande de la historia de la Argentina”.